Cada vez que salgo a un viaje por más de una semana, llevo una pequeña bolsa pegada al cuerpo para guardar una parte del efectivo. En casa, tengo los papeles importantes en una gaveta especial.

Pero, ¿qué es realmente importante de lo que guardamos?

Para mí,  lo importante es aquello que influye en mi comportamiento, que me da seguridad o confianza…

Tal vez coincidas conmigo en que lo importante son nuestras experiencias.

Y éstas, ¿dónde las guardamos?

Guardamos lo importante en el único lugar que tenemos para ello, nuestro cuerpo: las tensiones en la espalda, el miedo en la rodillas, la frustración en la cadera… La alegría en el pecho, la libertad en la cadera…   Las cosas importantes las tenemos con nosotros. Muchas veces sin que nos demos cuenta.

Deseo que cada día sea una invitación a contactarnos con nuestra posesión más valiosa: nuestro cuerpo. Cómo respiramos o nos sentamos, o cómo ponemos los pies al caminar…

Un abrazo.

Manténte actualizada
Recibe en tu correo las últimas publicaciones semanalmente.
No envíamos spam 🙂