¿Cuántas veces nos dijeron de chiquitos: “si te sacas 100 en el examen, vamos por un helado” o “Si no recoges tu cuarto, no hay postre”?

Dentro de las costumbres familiares que se mencionaron en el artículo pasado, hay una en especial en la que quisiera enfocarme.

Consciente o inconscientemente llevamos años arrastrando premios y castigos relacionados a los postres o alimentos hipercalóricos.

Pero, ¿porqué mezclar un acto bien o mal realizado, con el consumo de un postre?

¿Qué pasa en nuestra mente al realizar una tarea bien hecha y sentirme entonces merecedor de un postre?

¿Por qué no puedo comerme ese postre un día normal que simplemente yo tenga antojo?

Sin quererlo, este hábito de premiarnos o castigarnos con postres hace que veamos estos alimentos como algo prohibido o preciado. Logra que pongamos especial atención a algo que es solo un alimento más que satisface un antojo. Sin embargo, es importante aprender a consumirlos y administrarlos en nuestra dieta dependiendo de nuestra alimentación habitual.

Si yo asocio esos alimentos a mis logros o desempeños, estaría entonces permitiendo que estos alimentos me desencadenen emociones positivas o negativas. Emociones que se convertirán en recuerdos, y recuerdos que yo asociaré con restricción o permisión de un postre.

Esta conducta, al convertirse en algo repetitivo puede desencadenar una asociación o restricción permanente de ese alimento, incluso podría causar un caso de sobrepeso más adelante, ya que dejamos de medir nuestras porciones de azúcares por calorías, y las medimos por premios.

Es importante que nosotros como papás, no premiemos o castiguemos con postres. Los postres son postres y todos tenemos derecho de disfrutarlos y aprender a consumirlos responsablemente de acuerdo a nuestra dieta.

Enseñemos a nuestros hijos que los dulces y postres no son ni buenos ni malos, que realmente podemos consumirlos cuando queramos, con moderación y siendo conscientes de nuestras porciones y nuestra actividad física.

Será mejor que les inculquemos desde pequeños una cultura alimenticia saludable.

¡¡¡Hasta la próxima!!!

Manténte actualizada
Recibe en tu correo las últimas publicaciones semanalmente.
No envíamos spam 🙂